Cada momento que llega, cada segundo que se va. Todos ellos, a cuentagotas, forman nuestro paso por la vida. Nuestro presente, aquí y ahora, nuestro tiempo y su devenir.
sábado, 27 de octubre de 2018
De corazón
De corazón te pido que cuando quieras iniciar un diálogo conmigo no lo hagas haciendo alusión al tiempo que pasaste sin verme o sin saber de mí, sino al tiempo que quieras compartir a partir de este momento, el ahora. Eso es lo único que tenemos, mientras que aquello ya no volverá, y reclamarlo no nos conduce a nada. Respeta mis tiempos como yo respeto los tuyos. Gracias!
sábado, 6 de octubre de 2018
Otro
Tiempos que cambian, que vuelven hacia el centro en espiral. Con intensidad. Con bravura. Con honestidad. Sabores que inundan hasta el llanto. Aromas que despliegan las alas para no regresar. Colores que brotan desde el interior y disparan hacia otros mundos. El presente que aquí está. Todo vuelve, todo vuelve a empezar. Este instante, el mismo, no. Otro quizás.
domingo, 8 de julio de 2018
Tocar un árbol hoy
Un tiempo que nos debemos dedicar. Un momento que no podemos dejar pasar. En cada día, cada semana, mes, o año, lo que cada uno pueda y quiera regalarse. El contacto con el origen, con aquello que aún permanece tal cual fue diseñado por su naturaleza. Permitirse que nuestra mano llegue sin que por eso tenga que modificarlo, es hoy un acto de gran valor. A través suyo podemos mirar, podemos recibir la luz del sol, podemos sentir una textura original y diferente al cotidiano. Tengamos más de estos hábitos, y menos de los otros, y observemos cuánto mejor podemos sentirnos cada vez que lo hacemos. Un instante para toda la vida... tocar un árbol hoy.
lunes, 30 de abril de 2018
Encuentro
Aproximándose a un amplio espacio verde de esta gran ciudad, me detengo una tarde de otoño y dejo mi mente volar, me dejo desconectar y me permito no estar atento a nada. Asimismo observo como mi mirada se relaja, se desenfoca, mira de forma diferente a lo habitual. Mis músculos se aflojan, el aire circula y llena mis pulmones más a fondo que nunca. El aroma y el sabor de un buen café se hace sentir más y más que en cualquier ocasión. Y así es como siento encontrarme, conmigo mismo, sin miedos, sin nada que reprochar o demandar. Es un encuentro cercano, sin titubeos, sin llegadas tarde, sin cancelaciones, sin mensajes, sin tildes, sin compromisos, sin frases hechas, sin no saber qué decir... porque no hay nada que decir, porque de verdad y finalmente está todo bien, y cuando está todo bien no hace falta preguntarlo. Es un encuentro, es mi encuentro.
domingo, 18 de marzo de 2018
Recuérdame
Un mundo que es vasto y dividido entre los vivos y los muertos puede fusionarse a través de las notas de una guitarra. Es así como Miguel, nuestro joven protagonista, interpreta la emblemática melodía creada por quien fue su tatarabuelo al tener que abandonar sus tierras. Gracias a ella logra que su bisabuela Coco recuerde a su papá, Héctor, minutos antes de que se extinga por completo tras haber sido olvidado en el mundo de los vivos.
Así describo la rama central de esta fascinante película que nos conmueve con sus personajes, sus colores y su estilo musical tan particular. No sería extraño que al pasar los años podamos recordarla por estos elementos inconfundibles, y no descarto que sea llevada al teatro en algún momento.
Sigamos apoyándonos en el arte, en los sonidos, en la música...
Crucemos el puente.
Mientras alguien nos recuerde, estaremos vivos.
Así describo la rama central de esta fascinante película que nos conmueve con sus personajes, sus colores y su estilo musical tan particular. No sería extraño que al pasar los años podamos recordarla por estos elementos inconfundibles, y no descarto que sea llevada al teatro en algún momento.
Sigamos apoyándonos en el arte, en los sonidos, en la música...
Crucemos el puente.
Mientras alguien nos recuerde, estaremos vivos.
domingo, 4 de marzo de 2018
Villa Pehuenia, aquí y ahora
Silencio. Verdadero silencio. Oídos que van acostumbrándose a la ausencia de innecesarios ruidos. Un aquietado lago, manto de plata que rodea la casa, más conocido como Aluminé, es quien une cada isla a mi alrededor. Un sol que quiere decirnos algo, después de la lluvia matinal, y después de haber estado en lo alto y en pleno fulgor durante días, se refleja como cristales en las aguas que pasan. Pájaros, conejos, los perros de la casa, son parte de la alegría de este lugar al que llamamos Villa Pehuenia, un sitio de ensueño, lleno de magia, paz y felicidad. Sensación de aplomo, de que uno es uno con el lugar, de que el verdadero ser aflora y se explaya auténtico, se encuentra consigo mismo, sin ficciones, sin engaños, sin ataduras, libre de toda rutina.
No tengo cómo describir de mejor manera este rincón en el mundo, que me recibe y aporta energías cada vez que lo visito. Me purifica, aquieta y renueva mi mente. Me permite descansar los cinco sentidos, me recuerda lo que era la lectura, la escritura, la contemplación, la distancia, el silencio, los latidos, la verdad, la conexión con uno mismo, el ser.
Mi existencia es aquí y ahora, Villa Pehuenia, en este domingo que soy, siento y existo.
No tengo cómo describir de mejor manera este rincón en el mundo, que me recibe y aporta energías cada vez que lo visito. Me purifica, aquieta y renueva mi mente. Me permite descansar los cinco sentidos, me recuerda lo que era la lectura, la escritura, la contemplación, la distancia, el silencio, los latidos, la verdad, la conexión con uno mismo, el ser.
Mi existencia es aquí y ahora, Villa Pehuenia, en este domingo que soy, siento y existo.
sábado, 6 de enero de 2018
Los unos que hablan de los otros
Cada vez son más los hechos que generan múltiples versiones sobre sí mismos. Cada vez mayor confusión, mayor incertidumbre sobre cuál es la verdad. Cada vez más son las personas dedicadas a hablar sobre la vida de otras, a opinar sobre sus cualidades, sus defectos, sus cuerpos físicos, y sobre banalidades que no hacen a nada.
Todas estas energías ocasionan roces y malestares entre personas que quieren vivir armoniosamente. Personas que hoy se acuestan a dormir en calma mañana tendrán un malentendido por resolver entre dos más de su especie. Justamente, por los unos que hablan de los otros.
Me pregunto si tan aburrido les resulta el mundo... si tan insulsa les es la propia vida como para que a consecuencia de ello jueguen a tejer historias entre los otros.
No es odio lo que me genera. Tampoco rencor. El sentimiento que me inunda es inexplicable. Es cuestionarme por qué siendo simple la vida, los otros la complejizan de esa manera.
A todos ellos, les digo, una mirada a tiempo hacia el interior y sin dudas alcanzarán un nivel de paz que hasta ahora poco conocen. Porque los unos que hablan de los otros, ya han dejado de ser unos.
Espacios
Pienso en algo más visual que el tiempo, en algo más tangible que el paso de las horas, y pienso en el espacio. Una intersección única de sitio, posición, ubicación y nuestra mirada que todo lo transforma.
¿Cómo son esos espacios realmente? ¿Es así tal como lo vemos? ¿Era de otra manera tiempo atrás? ¿Es espacio o es tiempo lo que ven nuestros ojos? Todas preguntas que encuentran más de una respuesta en el infinito mundo de la metafísica. ¿Archivan los espacios todo lo que sucede en ellos? Cuando nos encontramos en un lugar donde poco tiempo atrás hubo gran cantidad de gente, y ahora nadie, ¿qué percibimos? ¿Podemos entonces separar el espacio del tiempo o estamos hablando de una misma cosa?
Cualquier espacio-tiempo puede ser finito o infinito, ya que hablar de infinitud supone no saber donde algo termina, y dado esto puede terminar en algún punto que desconozcamos. Y, como contrapartida, hablar de finitud indica que un espacio termina, cuando en realidad nunca lo hace, siempre sigue más allá. Por tanto puede tratarse de un límite existente dentro de las convenciones de nuestro lenguaje.
Diría que, asumiendo el tamaño que tenemos en relación al espacio conocido hasta el momento, moderemos las divagaciones y nos centremos en el espacio que nos fue dado para nuestra vida.
¿Cómo son esos espacios realmente? ¿Es así tal como lo vemos? ¿Era de otra manera tiempo atrás? ¿Es espacio o es tiempo lo que ven nuestros ojos? Todas preguntas que encuentran más de una respuesta en el infinito mundo de la metafísica. ¿Archivan los espacios todo lo que sucede en ellos? Cuando nos encontramos en un lugar donde poco tiempo atrás hubo gran cantidad de gente, y ahora nadie, ¿qué percibimos? ¿Podemos entonces separar el espacio del tiempo o estamos hablando de una misma cosa?
Cualquier espacio-tiempo puede ser finito o infinito, ya que hablar de infinitud supone no saber donde algo termina, y dado esto puede terminar en algún punto que desconozcamos. Y, como contrapartida, hablar de finitud indica que un espacio termina, cuando en realidad nunca lo hace, siempre sigue más allá. Por tanto puede tratarse de un límite existente dentro de las convenciones de nuestro lenguaje.
Diría que, asumiendo el tamaño que tenemos en relación al espacio conocido hasta el momento, moderemos las divagaciones y nos centremos en el espacio que nos fue dado para nuestra vida.
lunes, 1 de enero de 2018
El mejor lugar para transitar
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