lunes, 17 de noviembre de 2014

Sueños son

Se dice que no duran más de noventa segundos y que representan deseos inconscientes. Algunos son inconfundibles, otros muy ambiguos y algunos nos aterrorizan. ¿Qué son realmente los sueños y por qué aparecen en nuestras mentes? Si ya vivimos un constante flujo de imágenes durante las horas del día, ¿por qué surgen en ocasiones hasta el hartazgo, uno tras otro, en forma de persistentes pesadillas?

Podemos muchas veces interpretarlos, asociarlos con algún hecho o situación traumática que hayamos transitado o estemos atravesando actualmente. Podemos llegar a imaginar que aquello que soñamos se nos presentará ante nuestros ojos en las próximas horas, días, semanas… Tenemos la opción de creer que gracias a ese sueño estamos subsanando algo que no podemos curar en la vigilia. Y como estas, muchas teorías más.

Lo cierto es que, queramos o no, varias son las noches que soñamos. Algunos más, otros menos, otros nunca. Algunos dirán que lo hacen a voluntad, que lo pueden controlar, que pueden viajar a través de ellos…

Tanto se ha dicho de los sueños, que son en blanco y negro, que alargan la vida de la persona soñada, que cada sueño corresponde a un número de la suerte…

Difuso el límite entre sueño y realidad, como también entre mito y verdad. Y como quizás todo límite, o toda cuestión creada por el hombre que suponga una división estructural.

Aquí estamos, creo, transitando una vida terrenal y los sueños, sueños son.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Rojo árbol, azul manzana

De niños nos enseñan a dibujar. También nos dicen que empecemos dibujando una casa, y que esa casa tendrá un árbol al lado. Más tarde, nos darán colores para pintar, y nos explicarán que la copa de ese árbol debe ser frondosa y verde. Como patrón no está mal, ya que si miramos alrededor veremos árboles frondosos y verdes, en su mayoría. Aunque para esto debemos considerar estar en la estación y lugar ideales. Quiero decir con esto que, si observamos más allá, si vamos un paso más lejos de lo que nos inculcaron, descubriremos otros árboles, de otros colores y formas, quizás deshojados, y no por ello habrán dejado de ser árboles. Nuestras mentes deben abrirse, estar preparadas para toda clase y color. La imaginación es infinita, y la realidad, muy por el contrario a lo que suele decirse, lo es más aún. Rojo árbol, azul manzana.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Equipaje

Cuando vamos al trabajo, al club, cuando vamos de viaje, y a cualquier lugar donde nos traslademos en nuestro camino por la vida, llevamos con nosotros nuestro equipaje. Sea en la mano, en bolsos, maletas, casas rodantes, cualquiera sea su naturaleza, lo que tenemos, nuestras pertenencias van allí como una sombra de nosotros mismos. Eso es lo que somos, lo que hemos construido. En él dejamos nuestra huella, nuestra insignia. Lo llevamos y él nos lleva también. Jamás imaginamos nuestro pasar sin él.

Jamás, hasta que sucede.

Allí es cuando, al dejarnos desamparados, al ver que desde el más abrigado camperón hasta el más minúsculo palillo dental, todo, todo, ha desaparecido en el tiempo, en el aire, en algún puerto, en las manos de quién sabe quién… nos vemos en la necesidad de empezar de cero. Manos a la obra y a arreglarnos como podamos.

Hemos elegido todas y cada una de las prendas con las que saldríamos retratados en las fotos. Hemos ideado todo a la perfección para que nada nos falte, diversidad de colores, texturas, formas y abrigos. Y así, sin saber cómo ni por qué, nos hemos quedado con lo puesto.

Vivimos diciendo que lo material no nos importa, y es cierto. Pero en el momento que nos falta nos damos la cabeza contra la pared y no sabemos cómo resolver. Pero aún así, resolvemos. Porque como seres humanos que somos, tenemos la capacidad de resolver cuando la necesidad nos oprime.

¿Adónde están nuestras cosas? Por ahora no lo sabemos. Tampoco sabemos si volveremos a juntarnos con ellas. Pero nosotros seguimos en pìe. Fuimos quienes construimos todo aquello, y de esa manera sabemos que podremos volver a empezar, con o sin nuestro equipaje.