sábado, 6 de enero de 2018

Los unos que hablan de los otros

Cada vez son más los hechos que generan múltiples versiones sobre sí mismos. Cada vez mayor confusión, mayor incertidumbre sobre cuál es la verdad. Cada vez más son las personas dedicadas a hablar sobre la vida de otras, a opinar sobre sus cualidades, sus defectos, sus cuerpos físicos, y sobre banalidades que no hacen a nada.

Todas estas energías ocasionan roces y malestares entre personas que quieren vivir armoniosamente. Personas que hoy se acuestan a dormir en calma mañana tendrán un malentendido por resolver entre dos más de su especie. Justamente, por los unos que hablan de los otros.

Me pregunto si tan aburrido les resulta el mundo... si tan insulsa les es la propia vida como para que a consecuencia de ello jueguen a tejer historias entre los otros.

No es odio lo que me genera. Tampoco rencor. El sentimiento que me inunda es inexplicable. Es cuestionarme por qué siendo simple la vida, los otros la complejizan de esa manera.

A todos ellos, les digo, una mirada a tiempo hacia el interior y sin dudas alcanzarán un nivel de paz que hasta ahora poco conocen. Porque los unos que hablan de los otros, ya han dejado de ser unos.

Espacios

Pienso en algo más visual que el tiempo, en algo más tangible que el paso de las horas, y pienso en el espacio. Una intersección única de sitio, posición, ubicación y nuestra mirada que todo lo transforma.

¿Cómo son esos espacios realmente? ¿Es así tal como lo vemos? ¿Era de otra manera tiempo atrás? ¿Es espacio o es tiempo lo que ven nuestros ojos? Todas preguntas que encuentran más de una respuesta en el infinito mundo de la metafísica. ¿Archivan los espacios todo lo que sucede en ellos? Cuando nos encontramos en un lugar donde poco tiempo atrás hubo gran cantidad de gente, y ahora nadie, ¿qué percibimos? ¿Podemos entonces separar el espacio del tiempo o estamos hablando de una misma cosa?

Cualquier espacio-tiempo puede ser finito o infinito, ya que hablar de infinitud supone no saber donde algo termina, y dado esto puede terminar en algún punto que desconozcamos. Y, como contrapartida, hablar de finitud indica que un espacio termina, cuando en realidad nunca lo hace, siempre sigue más allá. Por tanto puede tratarse de un límite existente dentro de las convenciones de nuestro lenguaje.

Diría que, asumiendo el tamaño que tenemos en relación al espacio conocido hasta el momento, moderemos las divagaciones y nos centremos en el espacio que nos fue dado para nuestra vida.

lunes, 1 de enero de 2018

El mejor lugar para transitar

Y se va yendo otro de los años transitados... Festejo la llegada de uno nuevo, y festejo también la existencia de todos los vividos. Diré que no existe el año ideal, cada uno es particular y diferente a los otros. Cada uno nos deja aprendizajes y valores, nos gratifica y nos sacude, haciendo que usemos nuestra experiencia para seguir saliendo ilesos, apostando a la vida. Mi mayor deseo es agradecer a la vida por todo lo que me da. No esperar un año mejor, sino que uno mismo pueda dar lo mejor de sí para hacer de su año el mejor lugar para transitar.