Te regalo un momento que no hubiera estado, que no hubiera sido. No dejaré que me veas, pero allí estaré, haciendo que todo brille y que el tiempo que compartas a mi lado sea hermosamente transcurrido.
Te brindo mi ser incondicional. Te regalo un instante breve. Sólo quiero que estés ahí contemplando, respirando, sintiendo el presente que hoy eres.
Te regalo mi paz y mi armonía, te regalo las formas, las que imagines, porque de realidad se nutre el ser, pero aún más de fantasía.
Valora tus sombras, tus zonas oscuras, que de lo demás me ocuparé, en silencio, hasta la naciente aurora.
Te brindo mi ser incondicional. Te regalo un instante breve. Sólo quiero que estés ahí contemplando, respirando, sintiendo el presente que hoy eres.
Te regalo mi paz y mi armonía, te regalo las formas, las que imagines, porque de realidad se nutre el ser, pero aún más de fantasía.
Valora tus sombras, tus zonas oscuras, que de lo demás me ocuparé, en silencio, hasta la naciente aurora.
Cuando el saber se convierte en poesía...
ResponderBorrarHermoso texto, y bellísima la imagen!