
Te brindo mi ser incondicional. Te regalo un instante breve. Sólo quiero que estés ahí contemplando, respirando, sintiendo el presente que hoy eres.
Te regalo mi paz y mi armonía, te regalo las formas, las que imagines, porque de realidad se nutre el ser, pero aún más de fantasía.
Valora tus sombras, tus zonas oscuras, que de lo demás me ocuparé, en silencio, hasta la naciente aurora.