Cada momento que llega, cada segundo que se va. Todos ellos, a cuentagotas, forman nuestro paso por la vida. Nuestro presente, aquí y ahora, nuestro tiempo y su devenir.
martes, 23 de octubre de 2007
El alma libre
Hace un tiempo todo me parecía raro. Las nubes cruzaban por los altos cielos y mi mirada aún no se conmovía con el horizonte estrellado. Hoy todo cambió. Las luces adquirieron un nuevo fulgor incandescente y puro. Las olas rompen contra los muros sin desdén. Las gaviotas cruzan el mundo con un nuevo sentido. Buscan un sol que antes no habían siquiera soñado, siquiera deseado. ¿Comentarán cuan grande es ese universo? Me lo pregunto y sé la respuesta. La inquietud es compartida. ¿Será aún más grande la inquietud que la cobardía a saciar la duda? He soñado mil sueños, pero ninguno de ellos es tan fiel como la realidad a la que he despertado. Es más pura el agua de los ríos que la blancura del tiempo. El tiempo vive, recorre insondables senderos, descuartiza momentos irrecuperables. Las horas ya no pasan. Los fantasmas se dejan pisotear por una suerte de demonios parlantes llamados seres. Infinitas normas danzan al compás de una vida llena de sacrificios. Lazos atados por extrañas criaturas que han sido atadas con anterioridad diseñan el complejo esquema de nuestro universo, esa especie de embrollo espacial por el que pelotas inmensas avanzan con paso monocorde sin poder tocarse, asqueadas quizás de la belleza o la fealdad de sus semejantes, y por qué no de las propias. Los lagos se estremecen, quizás de la vergüenza de su desnudez, quizás del despropósito ajeno. Las luciérnagas dibujan un claro amanecer en las noches, intenso, y tal vez insignificante. La muerte asusta con sus mantos lúgubres a las endebles libélulas que por un momento quieren desafiar a Dios, y vienen avasallantes a jurar superioridad y a deslumbrar a los humildes. Pero la alegría no asombra, sino que mortifica a los tristes energúmenos indignados por una mala jugada del destino. Las ideas son vanas. Los sentimientos son el valor del mundo. Pero ¿quién soy yo para decirlo?
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Martin, me parece muy lindo este relato!, llega a expresar sentimientos de gratitud y duelo...
ResponderBorrargracias por comartir tus pensamientos!...
saludos...
Leo
¡Cuántas reflexiones! A pensarlas,
ResponderBorrarmadurarlas e incorporarlas.
Gigio.