Cada momento que llega, cada segundo que se va. Todos ellos, a cuentagotas, forman nuestro paso por la vida. Nuestro presente, aquí y ahora, nuestro tiempo y su devenir.
viernes, 2 de enero de 2009
Un año más...
Un año más de vida y un millar de instantes transitados de diferentes maneras, cada uno con su experiencia, con su huella imborrable. Mirar hacia atrás y ver las huellas dejadas, mirar hacia adelante y ver un camino por seguir... las dos cosas que le dan sentido al espacio donde estoy parado. Saber que el mundo no se detiene, como no se detendrán los latidos, como no se caerán las hojas de aquel árbol, y como no se secarán los mares. Y seguirá lloviendo, y seguirán mojándose los desiertos sin que nadie lo vea. Seguirán cayendo las rocas sobre las montañas y provocando estruendosos sonidos sin que nadie los oiga. Continuarán emanando perfumes las flores del campo sin que nadie los huella, y seguirán sus frutos creando sabores que nadie ha probado jamás. Pero no estaremos ya tan lejos de que el cielo, sin querer, toque nuestras manos.
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